“Y por el ‘Chino’ que te alienta desde el cielo”, se escucha en uno de los cánticos de la barra de El Nacional en sus compromisos. La frase hace referencia a David Erazo, hincha del ‘Bi-Tri’ que fue asesinado en 2009 en una gresca.
De aquel suceso que ocurrió en el sector de La Ofelia, cerca del Estadio Rodrigo Paz Delgado, después de un partido entre Liga de Quito y El Nacional, han pasado 15 años. José Erazo, padre de la víctima, relata a EL COMERCIO que ya se ha resignado tras la pérdida y a un caso que, sostiene, ya prescribió y no hubo responsables.
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La noche del 20 de junio del 2009, el suceso conmocionó al fútbol ecuatoriano cuando el joven de tan solo 17 años recibió siete puñaladas. A vísperas del día del padre, el progenitor de Erazo se encontraba en su barrio, Cotocollao, y presenciaba un partido de ligas barriales cuando recibió la noticia.
“Se mantenía alejado de cosas malas y era centrado. No consumía drogas ni bebía. Entró a la barra y yo tenía confianza. ‘Anda nomás tranquilo’, le dije y que mantenga su distancia. Le había enseñado a que sea como yo. Nunca me imaginé que eso iba a suceder y menos de la noche a la mañana. El mundo se derrumbó para mí”, manifiesta.
Un episodio sin resolver para José Erazo y la afición de El Nacional
Su hijo se crió a momentos junto a él y a momentos con su madre, pues estaban separados. Cuando se produjo la muerte de David Erazo, su padre sostiene que ambos se apoyaron entre sí y buscaron una solución para el caso. Sin embargo, aquel objetivo no se logró.
El coronel Néstor Landeta, exdirigente de la escuadra criolla, le prestó su apoyo junto con la institución y lo ayudó con recursos . Asimismo, Erazo también pudo tomar contacto con abogados.
A poco de darse el asesinato, la Policía presentó un presunto culpable del asesinato del joven hincha de El Nacional. Sin embargo, aquello no fue acertado. Un hincha de LDU, Elías B., fue detenido e involucrado como uno de los presuntos autores de la muerte de Erazo. Su absolución llegó una vez que se descubrieron violaciones en su arresto y en su proceso judicial. Luego, la justicia determinó que no se hallaron indicios que lo vincularan a lo suscitado.
Con respecto a los últimos datos que tuvo de los sospechosos, Erazo relata que un miembro de la Policía Nacional que estaba pendiente del caso le manifestó que estos habían huido del país. A partir de ello, este no volvió a tener noticias sobre estos.
José Erazo, entregado a la resignación
Una vez que prescribió la causa, en 2019, el padre del joven asesinado no volvió a tomar ninguna acción judicial. Señala que a partir de ese momento se resignó y se dedicó a aceptar los hechos.
En caso de que existan nuevos indicios o sospechas para resolver lo que sucedió con su hijo, este menciona que volvería a jugar una última carta. Pese a ello, si eso no sucede, prefiere recordarlo como en vida fue y dedicarse al cuidado de sus demás descendientes.
Este sábado 21 de septiembre del 2024, El Nacional y Liga de Quito volverán a verse las caras en un compromiso en el que el incidente de 2009 no ha sido el único. Erazo, también hincha del ‘Bi-Tri’, ya no es tan cercano al balompié, hace dos años que no va a un partido, pero la reminiscencia de su hijo sigue presente con, al menos, una mínima esperanza de justicia.
Un mensaje a raíz del caso de David Erazo
En función de los hechos que le tocó vivir, José Erazo señala que el fútbol no tiene por qué mancharse con ello. El deporte rey y lo que sus valores representan debe estar alejado y no debe pagar por actos de violencia y verse salpicado por ello.
“Mi recomendación sería que los padres tengan más cuidado de sus hijos… saber adónde van, si entran a alguna barra, estar pendientes. Tal vez fue un descuido mío el no estarlo con mi hijo y eso siempre lo llevaré. No hay que descuidarlos”, agrega al repasar todo su trajín y los sucesos de 2009.