Polo Carrera deleitó a miles de ecuatorianos con una técnica perfecta y vistosa. Actualmente, desarrolla proyectos para masificar el fútbol en Ecuador. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Polo Carrera nació para jugar fútbol. Desde muy pequeño sintió una afición especial por el balón. Por eso sus padres lo apoyaron desde siempre, incluso cuando perdió la visión del ojo derecho en un accidente. Tenía 8 años y jugaba a lanzar dardos en su escuela; uno de esos lo lastimó.
Aunque visito a varios especialistas jamás recuperó la vista. Pero eso -dice- nunca fue impedimento para continuar haciendo lo que más amaba: jugar fútbol. Tenía una zurda única y exquisita.
Polo Carrera debutó en el fútbol profesional a los 14 años. Lo hizo vistiendo la camiseta de Liga de Quito, el club de sus amores. Más tarde, su talento lo llevó a militar en equipos de Uruguay y Brasil. En Ecuador, lució las casacas de Deportivo Quito, El Nacional, América, Universidad Católica y Barcelona. Debutó como técnico con Liga de Quito; con ese equipo logró un campeonato nacional. Fue megaespecial porque lo consiguió luego de 15 años de sequía.
Actualmente trabaja en la Universidad Internacional SEK y en la Central. Ahí desarrolla proyectos para masificar el deporte.