"Nunca te rindas, no importa lo difícil que sea", la frase que tiene por estandarte Mayerli Buitrago de 34 años la llevó a conseguir la medalla de plata en lanzamiento de bala en la categoría F41 que aplica para atletas de baja estatura. La colombiana había ganado el oro en los Parapanamericanos de Lima en 2019 y en Tokio se quedó con el segundo lugar después de los seis lanzamientos, donde el mejor fue el último con 9.94 metros que la llevó también a imponer un récord continental.
La santandereana llegó a Tokio después de superar una lesión en el pulgar derecho que la obligó a estar en recuperación durante un mes en 2020. Su entrenador Anderson Calderón trabajó junto a ella para llegar en las mejores condiciones a las justas y el fruto de eso se ve reflejado en la presea de plata que consiguió después de superar a 9 rivales más, aunque no le alcanzó para superar a la turca, Raoua Tlili que en su segundo lanzamiento logró un récord mundial con 10.55 que la puso en lo más alto del podio también.
Mayerli en su primer intento tuvo su registro más bajo con 9.21 metros, sin embargo, no bajó de los nueve y fue aumentando distancia en los siguientes lanzamientos. En el cuarto estableció su segundo mejor lanzamiento con 9.88, pero fue en el último intento cuando la rompió y logró establecer además el récord nacional con los 9.94 m. El bronce fue para la argentina, Antonella Ruiz que logró superar su marcar personal con 9.50 m.
La de Buitrago fue la segunda medalla de Colombia en las justas después de la que consiguió el nadador Nelson Crispín en los 200 metros combinados de la categoría SM6 y a la que se sumaron luego la de oro y bronce en lanzamiento de jabalina con José Lemos y Luis Lucumí.