Casi en el anonimato llegaron a Guayaquil, el 20 de enero de 2006, Luis Miguel Escalada y Marcos Mondaini, dos jóvenes delanteros argentinos para unirse a Emelec, que sufría una grave crisis económica. “No se trata de desalentar a los hinchas azules con la presencia de dos jóvenes. Ellos han alternado en la primera de Boca Juniors y eso justifica su presencia”, dijo Ferdinand Hidalgo, entonces presidente eléctrico, para aplacar las críticas de quienes exigían fichajes de mayor nivel. “Emelec no está en condiciones de despilfarrar dinero. La transferencia de ambos no le cuesta nada al club”, remató Hidalgo. Escalada aclaró: “No venimos a prueba”. Y Mondaini complementó: “Voy a dejar la vida en el campo de juego”. Pronto, ambos explotaron con goles. Fueron la mayor sensación de ese año y, en gran medida, gracias a ellos Emelec fue subcampeón. Y aunque luego se fueron y jugaron en diversos países volvieron a Ecuador, donde se desarrolló la mejor parte de sus carreras. Mondaini es hoy funcionario millonario y Escalada (36 años), campeón con Emelec en 2014 y 2015, se retiró hace un mes. El Pichu conversó con EL UNIVERSO.

¿Qué lo llevó a tomar una decisión difícil como el retiro?

No fue de la noche a la mañana, lo venía pensando desde hace tiempo. Lo conversé con mi familia. Después de la lesión en el tendón (de Aquiles) todo se me hizo más difícil y cuando ya me sentía bien siempre me pasaba algo: me desgarraba, me lesionaba. Me di cuenta de que el cuerpo me pedía que parara. Pude terminar mi carrera como quise; estoy más que agradecido con el fútbol.

¿Qué proyectos tiene hoy?

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Estoy arrancando con la representación de jugadores. Voy a abrir una empresa en Quito, con un socio de Argentina. Vamos a tratar de ayudar a los chicos jóvenes que podamos representar para que puedan tener una carrera exitosa. Esa es la idea.

¿Va a residir en Ecuador?

Sí, en Quito.

Mondaini es director deportivo del club eléctrico, ¿pensó en hacer algo similar al retirarse?

Sí, lo pensé antes de que me propusieran lo de la representación; es algo que también me gusta. Lo pensé, el tema de Marcos estuvo por ahí. El Cumbayá Fútbol Club (de Quito, donde acabó su carrera) me ofreció la gerencia (deportiva). Me habría gustado, pero opté por la representación.

¿Cómo fue la experiencia de jugar en la serie B y conseguir el ascenso con Cumbayá?

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Fue difícil porque el juego es diferente. Es mucho más precaria (la B) en comparación con la serie A. Futbolísticamente estuvimos acorde con las circunstancias, el equipo respondió a la exigencia y pudimos ascender con varias fechas de anticipación. Una experiencia linda.

Tiene la nacionalidad ecuatoriana, ¿le pasó por la cabeza el ser convocado a la Selección?

No. Estaba más grande (de edad. Se le otorgó la nacionalidad en enero del 2014, un mes antes de cumplir 28 años), era difícil. Si bien Ecuador antes no tenía delanteros, ahora hay una generación muy buena. Sabía que era complicado y nunca me ilusioné con eso.

¿Se arrepiente de algo al hacer un repaso de su carrera?

A veces uno comete errores por ser joven o inocente. Haces cosas que una persona normal sí puede hacer, como salir un fin de semana; el jugador profesional no puede hacer eso. Arrepentirme, no; de todas las que me equivoqué aprendí. Uno trata de mejorar siempre en la vida para ser una mejor persona.

Llegó aquí con 20 años, ¿qué significa Ecuador para usted?

Era mi segundo país y ahora es mi casa. Voy a vivir acá, mi hija nació en Quito, mi vida está aquí, en Ecuador.

En el 2006, pese a ser un recién llegado, disfrutaba mucho haciéndole goles a Barcelona.

Era algo único. Era el Clásico del Astillero y todos estaban pendientes de eso. Fue hermoso ese año. Cuando arrancamos esa temporada no soñé que sería así. El primer Clásico del 2006 fue bajo la lluvia (12 de febrero, 3-0 en el Monumental con doblete de Escalada y un gol de Mondaini). Ellos tenían un presupuesto mucho más alto y eran locales. Terminamos goleándolos en su cancha.

Está identificado con Emelec, pero ¿en algún momento Barcelona le hizo una oferta?

Sí. En el 2010, cuando estaba en Deportivo Cuenca hubo la posibilidad concreta de ir a Barcelona. Era para el 2011, pero me terminé yendo a Sporting Cristal (Perú). No se dio. Estaba muy identificado con Emelec, no me llamaba mucho la atención (la oferta torera). (D)