Cuando se recuerda que Barcelona Sporting Club es, hasta hoy, el único de los llamados equipos grandes que compiten el campeonato nacional que no ha perdido la categoría la historia suele ser aporreada sin misericordia. Lo hacen quienes aseguran que los amarillos sí bajaron. Y de inmediato, por desconocimiento, por una distorsionada rivalidad deportiva, o por tomar como cierta una leyenda urbana se multiplican las voces que insisten en que los toreros descendieron.
Y las redes sociales estallan. Los ánimos se inflaman. Se asumen como hechos reales sucesos que no lo son. ¿A dónde bajó Barcelona y cuándo? La mayoría responde que se fue a la serie B en 1958. Eso es imposible. El campeonato ecuatoriano de la B se instauró en 1971 y en 1958 no se jugó la que debió ser la segunda edición del torneo ecuatoriano (empezó en 1957, pero los dos siguientes años no se realizó. Se reanudó en 1960).
Otros aseveran que es verdad que Barcelona no cayó a la serie B sino que, cuando supuestamente perdió su cupo en la máxima división, lo hizo para irse directamente a la segunda categoría. Lo auténtico es que entre las escuadras consideradas grandes, tradicionales o populares del balompié ecuatoriano, entre los clubes que se han repartido la mayoría de las coronas que se disputan desde 1957, solo Liga de Quito y Deportivo Quito se han desplomado desde la serie A a la segunda división. Ambos han estado en la B, al igual que por una sola ocasión anduvieron también por ahí El Nacional (1979) y Emelec (jugó en la B el primer semestre de 1981).
Los canarios no han bajado en ninguno de los certámenes oficiales en que han participado. Debutaron en 1943 en la serie de privilegio del torneo de la Federación Deportiva del Guayas, en la era amateur. En las ocho versiones que jugó Barcelona de ese certamen -en aquellas épocas el de mayor importancia del país- no descendió jamás. Y en el último de esos viejos campeonatos, el de 1950, ganó el primer título de su historia.
Cuando se implantó el profesionalismo en el balompié de Ecuador, en 1951, a raíz de la fundación de la Asociación de Fútbol del Guayas, Barcelona fue uno de los ocho conjuntos pioneros que intervinieron esa temporada en la edición inicial. Hasta 1967, cuando se cerró para siempre el ciclo de los 17 torneos de Asoguayas, Barcelona se despidió sin haber resbalado nunca para irse a la llamada división de ascenso provincial. Y tampoco ha sucedido, como se sabe, en el marco del campeonato nacional.
Iba a bajar, pero no ocurrió
Y aunque en el certamen de Asoguayas de 1958 Barcelona finalizó en el fondo de la tabla de posiciones, la pérdida de categoría no se concretó. Lo explica el historiador Ricardo Vasconcellos Rosado en la columna Reloj de Arena (titulada Precisiones sobre el 'descenso' del Barcelona SC en 1958), publicada en este Diario en octubre del 2016. "El Ídolo del Astillero era un equipo desequilibrado. Fuerte defensivamente e ineficaz en el ataque. Tanto que al final del certamen ocupó el último lugar. Jugó doce partidos y ganó solo uno: el Clásico del Astillero del 3 de agosto, con gol de Guerra; empató tres y perdió ocho. Tuvo la valla menos vencida, con once tantos, pero sus delanteros apenas marcaron tres goles. Emelec lo sentenció al descenso al ganarle el Clásico del 8 de octubre, con gol de Antonio Núñez. Así estaban las cosas al iniciarse 1959. Barcelona estaba resignado a jugar en la serie de ascenso (no en la serie B), como se llamaba en aquel entonces. Pero ocurrió algo inesperado".
Y cuenta que: "La Compañía Azucarera Valdez, que sostenía al equipo Unión Deportiva Valdez, en los primeros días de enero comunicó a Edmundo Valdez Murillo que se suspendía el auspicio económico. El 14 de febrero de 1959 don Edmundo dirigió una carta a la empresa anunciando que, ante tal circunstancia, había decidido liquidar el equipo y renunciar a su cupo en la Asociación de Fútbol del Guayas. El directorio de esta institución, en carta del 27 de abril, dejó constancia de su pesar por esta decisión y comunicó que al haberse retirado U.D. Valdez su plaza sería ocupada por Barcelona. Alguien muy poco informado ha hecho público el comentario de que Edmundo Valdez Murillo, al retirar su cupo, vendió la categoría a Barcelona, lo cual es absolutamente falso".
Y para aclarar que los toreros no han perdido su lugar, para marcharse a un circuito inferior en ninguno de los tres campeonatos oficiales en que han jugado en el país, Vasconcellos Rosado se basa en hechos históricos: "En resumidas cuentas, Emelec, al ganarle el Clásico del Astillero del 8 de octubre de 1958, envió a Barcelona al último lugar del torneo. Reglamentariamente el equipo oro y grana debía descender y jugar en la serie de ascenso en 1959. Pero no descendió nunca por aquello que hemos contado: el retiro de Unión Deportiva Valdez que dejó un cupo libre. El Consejo Directivo de la Asociación de Fútbol del Guayas resolvió que Barcelona siguiera en la primera división”.
El que no descendió
Para verificar que Barcelona no jugó en la serie de ascenso de Asoguayas de 1959, como le habría correspondido, basta una rápida revisión en hemerotecas, en internet, o en libros (Historia del fútbol guayaquileño, o Recuerdos de Unión Deportiva Valdez, ambos de Vasconcellos Rosado) para confirmar que estuvo todo ese año en el circuito mayor. Terminaron los toreros en el quinto lugar de la tabla y en el Clásico del Astillero sufrió sus dos peores derrotas en los campeonatos profesionales de la de la Asociación de Fútbol del Guayas: perdió 5-0 y 4-1 con Emelec.
Liga (Q), de la A, a segunda
Los que sí se fueron de la A a segunda categoría, sin escalas, son los albos. Liga de Quito fue penúltimo en 1972. Macará, colista, bajó directo. Liga debió jugar un duelo de definición con Universidad Católica, entonces en la B. El reglamento establecía que para 1973 Pichincha solo podía tener cuatro representantes en la A. Los azucenas fueron vencidos 2-1 por los camaratas en el Atahualpa. Sin embargo, en 1973 Liga (Q) jugó en segunda división porque ese año se suspendió la disputa de la serie B.
Deportivo Quito ha hecho cinco viajes a la B, el último en el 2015. Pero en el 2016, al no arreglar su situación financiera, la FEF le suspendió todos sus derechos deportivos y el club chulla perdió automáticamente la categoría y se fue a segunda. Y en el 2018 la FIFA ordenó a la FEF castigar al Quito, por no pagar sus deudas, con el descenso al fútbol amateur de Pichincha. (D)