Este jueves 16 de diciembre se da inicio a la tradicional novena de aguinaldos, evento religioso que reúne a los católicos más fieles para realizar oraciones, cantar villancicos y compartir con los seres queridos. Esta costumbre religiosa se celebra desde la década de 1.700 en países de Suramérica como Colombia, Venezuela y Ecuador, y tiene como objetivo principal rememorar los meses previos al nacimiento de Jesús y su llegada en el pesebre de Belén.
Esta celebración fue creada y escrita por el sacerdote ecuatoriano Francisco Fray Fernando de Larrea en 1743. En 1784 se publicó la primera edición de la novena y fue impresa por Antonio Espíndola. El libro original contenía 52 páginas. Posteriormente, en 1886, la madre María Ignacia, monja bogotana, la modificó y agregó los gozos. El orden de la novena es siempre el mismo, sin embargo, la oración del día cambia dependiendo del día. Este es paso a paso:
- Oración para todos los días
- Consideraciones del día
- Oración a la Santísima Virgen
- Oración a San José
- Gozos o Aspiraciones para la venida del Niño Jesús
- Oración al Niño Jesús
- Villancicos
¿Cuáles son los gozos navideños?
Los gozos forman parte de la tradicional novena de aguinaldo y, posiblemente, es la parte favorita de los más pequeños en casa debido a su alegría. Tenga en cuenta que después de completar cada frase se debe cantar:
¡Ven! Ven, ven... ven a nuestras almas,
Jesús ven, ven... ven, ven...
Ven a nuestras almas,
Jesús ven, ven a nuestras almas,
No tardes tanto, no tardes tanto,
Jesús ven, ven
A continuación presentamos los 12 gozos navideños:
1. ¡Oh, Sapiencia suma del Dios soberano,
que a infantil alcance te rebajas sacro!
¡Oh, Divino Niño, ven para enseñarnos
la prudencia que hace verdaderos sabios!
Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto
2. ¡Oh, Adonai potente que Moisés hablando,
de Israel al pueblo diste los mandatos!
¡Ah, ven prontamente para rescatarnos,
y que un niño débil muestre fuerte el brazo!
Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto
3. ¡Oh, raíz sagrada de José que en lo alto
presenta al orbe tu fragante nardo!
Dulcísimo Niño que has sido llamado
Lirio de los valles, Bella flor del campo.
Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto
4. ¡Llave de David que abre al desterrado
las cerradas puertas de regio palacio!
¡Sácanos. Oh Niño con tu blanca mano,
de la cárcel triste que labró el pecado!
Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto
5. ¡Oh, lumbre de Oriente, sol de eternos rayos,
que entre las tinieblas tu esplendor veamos!
Niño tan precioso, dicha del cristiano,
luzca la sonrisa de tus dulces labios.
Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto
6. ¡Espejo sin mancha, santo de los santos,
sin igual imagen del Dios soberano!
¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado
y en forma de niño, da al mísero amparo!
Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto
7. ¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro,
De Israel anhelo Pastor del rebaño!
¡Niño que apacientas con suave cayado
ya la oveja arisca, ya el cordero manso!
Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto
8. ¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto
bienhechor rocío como riego santo!
¡Ven hermoso Niño, ven Dios humanado!
¡Luce, Dios estrella! ¡Brota, flor del campo!
Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto
9. ¡Ven, que ya María previene sus brazos,
do su niño vean, en tiempo cercanos!
¡Ven, que ya José, con anhelo sacro,
se dispone a hacerse de tu amor sagrario!
Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto
10. ¡Del débil auxilio, del doliente amparo,
consuelo del triste, luz del desterrado!
¡Vida de mi vida, mi dueño adorado,
mi constante amigo, mi divino hermano!
Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto
11. ¡Ven ante mis ojos, de ti enamorados!
¡Bese ya tus plantas! ¡Bese ya tus manos!
¡Prosternado en tierra, te tiendo los brazos,
y aún más que mis frases, te dice mi llanto!
Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto
12. ¡Ven Salvador nuestro por quien suspiramos!
Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto