Ambos sabían perfectamente qué terreno estaban pisando. Sabían de presión, de jerarquía y de gloria. Regresaron a Atlético Nacional para vivir momentos como el protagonizado la noche del miércoles en el estadio Hernán Ramírez Villegas, donde Dorlan Pabón y Jéfferson Duque volvieron a sentirse campeones con el club que ha sido determinante en sus carreras.
El título de la Copa BetPlay, que le ganaron con autoridad a Pereira, les permitió reafirmarse como ídolos verdolagas. No fue una tarea fácil, especialmente para Duque, pero supieron dar el paso adelante para brindarle soporte al proyecto Restrepo.
El delantero de 34 años, que encarna resiliencia por superar delicadas lesiones, regresó en la segunda era Osorio (2020). De entrada, no fue lo que esperaba. Soportó críticas y decepciones, como aquella eliminación ante Tolima en la Copa, que lo hizo estallar por la frustración de no conseguir el objetivo.
Pero la Fiera supo reinventarse y reencontrase con su versión de goleador. Tras la salida de Guimarães y el inicio de un nuevo ciclo, creció como líder y puso su cuota de experiencia en momentos clave, como en la final de la Copa, en la que exhibió su categoría y reafirmó que sabe jugar como pocos esas instancias. Sus goles fueron determinantes en la conquista.
"Cuando se viene a Atlético Nacional siempre hay esa oportunidad de salir campeón", expresó Duque, quien levantó el trofeo: "Estoy feliz de estar otra vez disfrutando una final con Nacional, estoy más maduro".
El goleador llegó a nueve títulos con el club verde, tres de ellos de Copa. Tiene dos de Superliga y cuatro de Liga conseguidos en su primera etapa en el club.
Por su parte, Dorlan decidió este año ponerle fin a su historia en México para regresar luego de nueve años al conjunto paisa. Esa decisión caló en la afición, que esperó con ansias su debut, retrasado por el litigio con Cortuluá. Esa situación se resolvió y se dio la reaparición.
Memín llegó transformado. El paso por Europa y el balompié azteca lo hizo madurar y vino a poner en orden al equipo, además de aportar su calidad en campo, con ese potente remate que le duele a los arqueros.
"Nacional no es un club para venir a retirarse", dijo Dorlan, quien eligió regresar con 33 años.
Una vez se consumó la victoria 5-0 en el primer pulso con Pereira, el '8' reiteró sus objetivos con la institución, que lo hizo disfrutar del título de la Liga I-2011 con Santiago Escobar como técnico.
Diez años después, el extremo lo volvió a hacer, ya con un rol más reposado y compartiendo la experiencia que acumuló en el exterior.
"Llegué a jugar finales y ganar títulos, a eso vine. Me siento un ganador y todavía sigo soñando", comentó el ídolo. Ahora está el Clausura, el otro reto de Memín, que volverá a jugar una Libertadores con Nacional.