Mariano Larraz Camardelli es uno de los más extraordinarios futbolistas extranjeros que jugaron en el Emelec de antaño. Fue bicampeón del torneo profesional de Asoguayas en 1956 y 1957, como integrante de un plantel azul lleno de estrellas. Además, Larraz se coronó con los eléctricos en la primera edición del certamen nacional, jugada en 1957. Pero hay más razones que convierten al argentino en un histórico del balompié en el país.
Como técnico, Larraz condujo a Emelec a ser campeón ecuatoriano en 1961, lo dirigió en la primera participación azul en la Copa Libertadores, en 1962, y por ende estuvo en el banquillo el 22 de febrero de ese año, la noche en que los azules apalearon 7-2 a Universidad Católica (Chile) en el estadio Modelo, con cinco goles de Enrique Raymondi.
Después de ese fabuloso paso por Emelec, Larraz fijó un récord que todavía está vigente en el balompié nacional: ganar como entrenador dos campeonatos consecutivos, pero con clubes distintos. Lo consiguió en 1962.
Larraz se desvinculó de Emelec, club que lo reemplazó por su compatriota Fernando Paternoster —quien se transformaría en una leyenda millonaria—, cuyo arribo fue anunciado en una noticia de Diario EL UNIVERSO publicada el 24 de mayo de 1962.
El 25 de mayo de ese año apareció en este Diario la información acerca del destino deportivo de Larraz. “Un índice de la seriedad” con el que Everest “está encarando la participación en el campeonato oficial profesional” se evidenció cuando “los rojos contrataron al entrenador argentino Mariano Larraz”, dijo EL UNIVERSO. Larraz aparece en una foto, rodeado de dirigentes everianos de la época, mientras firma los documentos para su incorporarse como DT del cuadro guayaquileño. Lo hizo en el consultorio del doctor Hugo Aguirre, presidente del club baisano; y atestiguaron el acuerdo Eduardo Nazri, vicepresidente, y los vocales Guillermo Nácer y Luis Arcentales.
El 13 de enero de 1963, con Larraz como adiestrador, Everest se proclamó monarca del certamen nacional al empatar 1-1 con Barcelona, en el Modelo, en la que es la única vuelta olímpica del llamado "equipo de la montaña" en el torneo. Así, Larraz es hasta hoy el único entrenador —en el marco del campeonato ecuatoriano— con dos títulos ganados de forma consecutiva y con dos equipos distintos. Primero con Emelec, en 1961; luego con los everianos, en 1962. Fabián Bustos podría igualar ese récord si se corona en el 2020 con Barcelona, luego de hacerlo en el 2019 con Delfín. (D)