Emelec da señales de recuperación en el torneo 2020 de la LigaPro, que en términos generales ha sido, hasta ahora, decepcionante. El equipo que dirige el español Ismael Rescalvo ha estado, en gran parte del campeonato, ubicado de mitad de tabla para abajo; el rendimiento colectivo e individual de los azules –salvo una o dos excepciones– ha sido pobre (Robert Burbano estuvo confinado en el plantel de reserva, Leandro Vega perdió la titularidad, que solo recuperó por la expulsión de Marlon Mejía, en la quinta jornada, y José Francisco Cevallos es ahora suplente).
Los momentos de crisis han sido varios. En agosto pasado Nassib Neme declaró que el proceso de Rescalvo no se iba a interrumpir “por dos o tres (jugadores) irresponsables”. Pero las cosas han cambiado en Emelec, que tiene tres partidos seguidos sin derrotas (un empate y par de victorias), por primera vez en el año, por campeonato nacional, ha ganado dos veces seguidas (2-0 a Universidad Católica y 6-0 a Liga de Portoviejo, la noche del pasado miércoles, por la sexta fecha), tiene dos juegos al hilo sin recibir goles y es tercero en la tabla, con 11 puntos (Liga de Quito es líder, con 13, los mismos que Barcelona).
Roberto Oste, cinco goles en 1993.
Además, Facundo Barceló se destapó con cuatro tantos contra los portovejenses (minutos 9, 29, penal 88 y 90. Los otros los convirtieron Aníbal Leguizamón, a los 15, y Cevallos, a los 76). Así, el delantero uruguayo entró a los libros que registran los récords históricos de Emelec en los anales del certamen ecuatoriano.
Entre algunos de los futbolistas eléctricos que hicieron cuatro goles en un partido están Carlos Raffo, en su penúltimo juego oficial con Emelec, el 20 de enero de 1964 (por el torneo de 1963). Se los anotó al Deportivo Quito, que cayó 4-0 en el estadio Modelo. “¡No hubo quien lo parara! Como saeta se introdujo por las líneas defensivas y destrozó todo intento de marcación y cargó de goles las redes.
Sembró el descontrol en sus celadores, que así fueron presa fácil de la sed de goles del Flaco Raffo, el héroe de la jornada al convertir los cuatro goles de su equipo. ¡Así jugó este Flaco eterno!”, dijo EL UNIVERSO.
En marzo de 1990, en el Olímpico Atahualpa, Raúl Avilés marcó cuatro veces para los millonarios, que con los tantos de la Turbina sometieron 4-0 a Liga de Quito en la primera jornada del certamen.
El 12 de agosto de 1994, año en que Emelec se coronó bicampeón, Ángel Cuchillo Fernández se lució con un póker al batir en cuatro ocasiones la valla del Delfín, en un 6-0 conseguido en el Jocay, de Manta. Y en 1998, otra vez los cetáceos, pero en el Capwell, cayeron 5-0 y cuatro goles fueron de Jaime Iván Kaviedes, que en esa temporada fue el máximo artillero de Ecuador y del mundo, con 43 anotaciones.
La marca goleadora absoluta, entre los azules, es del argentino Roberto Oste, con cinco en 1993 en la victoria 5-0 sobre los chullas, en el Capwell. (D)