Hay un selecto grupo de futbolistas que militaron en Emelec a los que el transcurrir de los años empieza a acercar a una condición que inevitablemente van a alcanzar por su tránsito exitoso como eléctricos, y también en el balompié ecuatoriano: históricos.
Esos jugadores azules son los que ganaron el tricampeonato (2013, 2014, 2015), el primero para un club de Guayaquil; los que al conseguir la corona del 2017 igualaron una marca de El Nacional de dar cuatro vueltas olímpicas en cinco temporadas (los militares lo hicieron en 1982, 1983, 1984 y 1986).
Ese núcleo impuso un récord de protagonismo en Ecuador: por diez campañas seguidas (2009-2018) ocupó uno de los tres primeros puestos del podio. Esteban Dreer, Gabriel Achilier, Jorge Guagua, Óscar Bagüí, Pedro Quiñónez, Fernando Gaibor, Ángel Mena, Miler Bolaños, Marcos Mondaini, Fernando Giménez, entre otros, fueron pilares de una década de alegrías y títulos de Emelec.
Hasta hoy, ninguno de ellos, luego de que se cortó esa era en el 2019, ha pasado a Barcelona. Bolaños, Guagua, Mondaini y Bagüí fueron amarillos en determinados momentos, pero antes de ser parte de la etapa del tricampeonato millonario. ¿Qué tan cerca está uno de ellos de ser canario en el 2021?
En septiembre anterior Aquiles Álvarez, vicepresidente deportivo de Barcelona, reveló sobre Achilier que “a comienzos de año buscamos contratarlo; nos interesó, pero no quiso”. El central pudo ser campeón 2020.
Hoy Gaibor estaría en planes del cuadro del DT Fabián Bustos. El volante, que mantiene una disputa legal con Independiente de Avellaneda por sus derechos deportivos, jugó la parte final del 2020 en Guayaquil City. Sobre la posibilidad de que Gaibor sea amarillo habló Mena. Lo hizo cuando le consultaron si él aceptaría una oferta así.
“Actualmente no podría decir sí o no. Soy consciente de lo que uno hizo en Emelec y por ahí (los hinchas) no te perdonarían. Lo verían como traición, pero uno es un profesional. Le pasa ahora a Fernando (Gaibor), con eso de que puede ir a Barcelona. Pero todo se resume en que uno tiene una familia, uno es el sustento de la casa. Es difícil decir no si en otros lados no te dan oportunidades”, dijo el astro del León, de México.
Y remató, en charla con la periodista Doménica Rodríguez: “Más allá de eso, el sentimiento y las raíces no van a cambiar nunca. Yo soy azul desde chiquito. Pero donde te toque jugar hay que ser profesional. La carrera del futbolista es corta y atrás de nosotros hay una familia”. (D)