Las tribulaciones se multiplicaron para el argentino Adrián Gabbarini en la segunda y tercera semanas de diciembre. El miércoles 9, el golero y capitán de Liga calentaba en el camerino del estadio Rodrigo Paz, cuando empezó a sentir dolores en los isquiotibiales de la pierna derecha.

Faltaban solo cuatro fechas para terminar la segunda fase del torneo y Liga aún manejaba opciones de lograr el título sin forzar la serie final. Pero el cuerpo técnico decidió no alinear a Gabbarini, pese a que ya había sido anunciado como titular. Leonel Nazareno tomó su lugar en el campo, antes de enviar la planilla de futbolistas a las autoridades del partido.

No jugar ese cotejo fue el mal menor para el guardián del arco albo, de 35 años. Dos días después tuvo que iniciar un viaje relámpago a su natal Mendoza, para atender un asunto personal delicado: la salud de su padre se resquebrajó y se necesitaba su presencia.

Los mensajes de apoyo en las redes sociales se multiplicaban para el futbolista. Siempre optimista y amable, ‘Gabba’ llegó en el 2018 a la ‘U’ y desde el inicio marcó diferencia: aportó seguridad en el arco y liderazgo en el camerino.

Por su dolencia muscular y por la calamidad doméstica, el golero se perdió tres partidos: ante ‘La Capira’, Macará y Delfín. Volvió a atajar el 20 de diciembre, en la derrota 2-1 ante Técnico Universitario, cuando la suerte de la etapa estaba echada y Barcelona acompañaría a los albos en las finales.

Pese a las faltas, Gabbarini fue el ‘empleado del año’ en Liga. Es el futbolista con más minutos en cancha de la temporada: 2 520, en 28 partidos. El ‘top’ tres en la ‘U’ lo completan el goleador Christian Martínez Borja y el lateral ­derecho Pedro Pablo Perlaza.

Este 29 de diciembre de 2020, los albos se miden en el segundo partido de la final a Barcelona. Lo hacen desde las 20:15 en su casa, el Rodrigo Paz. La ‘U’ precisa un triunfo por la mínima diferencia para proclamarse campeón. La situación es pareja: Barcelona también puede ganar 1-0 y dar la vuelta olímpica.

Es una serie pareja y los dos equipos confían en sus bastiones para lograr la principal meta del año. En Barcelona, los tres jugadores con más tiempo en cancha en el año del coronavirus fueron hombres de la zaga: el lateral o extremo derecho Byron Castillo, el golero Javier Burrai y el defensa central Williams Riveros.

El DT de los toreros, Fabián Bustos, aprovecha cualquier espacio mediático para dejar en claro su fascinación por las prestaciones que le entrega Castillo. “Es un chico fabuloso. Tiene velocidad, potencia, intensidad. Puede jugar de lateral y metros más adelante. Nos ayuda con las asociaciones. Libera posiciones para que sus compañeros las ocupen”.

El futbolista jugó 2 686 minutos de 30 partidos de la temporada. El pasado miércoles en la primera final, el técnico de Liga, Pablo Repetto, dispuso de una custodia particular para repeler sus continuas embestidas por la derecha.

Jhojan Julio, Lucas Villarruel y finalmente el lateral Christian Cruz tuvieron la misión de impedir su paso por la banda. Julio corrió cada vez que Castillo intentó proyectarse. Lo incomodó y le impidió ­asociarse con el lateral Pedro Pablo Velasco.

Burrai y Riveros llegaron esta temporada al ‘Ídolo’. El golero aprovechó la cuarentena para recuperarse de los severos golpes que sufrió en la cara, en febrero, durante la serie de Copa Libertadores ante Cerro Porteño. Se adueñó del puesto y su arco fue el menos batido del año: 21 tantos.

La final causa tensión y ansiedad entre los protagonistas. Bueno, casi en todos. “He pasado cosas duras en la vida. Fui pescador, peluquero, cargaba bultos en el mercado. Ahora disfruto por estar en Liga y por buscar la corona”, dice Pedro Perlaza, de Liga, quien jugó 23 partidos y llegó a la Selección.

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