La temporada 2021 le exige a Atlético Nacional una reacción inmediata luego de fracasar con sus últimos cuatro técnicos y de no conseguir, después de varios intentos y de distintas apuestas, reencontrarse con esa versión que le permitió dominar el FPC y conquistar títulos internacionales.
Se la jugó por el brasileño Alexandre Guimarães como sucesor de Juan Carlos Osorio, quien no pudo replicar su exitosa primera era. En el nuevo timonel están puestas las esperanzas para estructurar un plantel competitivo que permita recobrar el estilo de juego, conseguir la estrella 17 y hacer una gran Copa Libertadores, certamen en el que se juega su prestigio y la estabilidad financiera.
Para aspirar al título de la Liga, esquiva desde I-2017 cuando la ganó en el histórico ciclo de Reinaldo Rueda, la institución verdolaga ya hizo sus primeras movidas con las salidas de José Cuadrado, Helibelton Palacios, Diego Braghieri, Fabián González Lasso, Estéfano Arango y Christian Mafla. En cuanto a incorporaciones, trajo experiencia con Danovis Banguero y le apostó a Jonathan Marulanda.
Ante los retos que se avecinan y la urgencia de cortar la sequía títulos, el club aseguró a Jéfferson Duque y volvió a creer en jugadores como Nicolás Hernández, Neyder Moreno y Hayen Palacios, mientras que se espera la renovación de Andrés Andrade y la llegada de refuerzos del exterior, en especial para fortalecer la línea defensiva, un ajuste vital para responder a las expectativas.
Estos son algunos de los objetivos que tendrá que cumplir Nacional en una temporada que le exige revolución y resultados extraordinarios:
1. Recuperar la mística y respetar el ADN
El fútbol no le sonríe a Nacional desde la era Rueda, que logró conjugar títulos con buen fútbol y agradar a la afición con conquistas que rindieron tributo a un estilo que se gestó en antaño. Pese a disputar la final de la Liga I-2018 y a ganar la Copa Águila ese mismo año, el equipo se ha quedado muy corto y no respondió a la inversión en cuerpo técnico y jugadores. Después de Lillo, Almirón, Autuori y Osorio, que tuvieron apenas chispazos y no consiguieron irse campeones, el reto para el nuevo cuerpo técnico está en recuperar esa mística que hizo reinar a los verdolagas en el continente. "Nuestras ambiciones son las máximas. Conocemos el ADN de Atlético Nacional y la exigencia que este club", expresó Guimarães.
Apegarse al estilo de juego de la institución y hacer un equipo equilibrado hace parte de las misiones que tendrá el nuevo estratega, que cuenta con las piezas para enderezar el camino y reconectarse con esa etapa de logros del club, que necesita de un plantel sólido en defensa, con un mediocampo con criterio y un ataque demoledor, además de propender por ese fútbol con toque, calidad y buen trato al balón.
2. Cortar la sequía de títulos
Más de tres años sin ganar la liga local y el título de la Copa Águila 2018. Ese es el pálido balance de Nacional en el último tiempo, que se distancia totalmente de periodos exuberantes con un tricampeonato con Osorio y la conquista con Rueda de la Copa Libertadores en 2016. Aunque replicar ese periodo resulta un poco inverosímil en este momento, cortar la sequía de títulos sí es una obligación en la actual temporada.
De entrada, el equipo paisa tiene la Copa BetPlay como primer desafío al medirse en pocos días con Deportes Tolima en los cuartos de final. Luego está la Liga con la exigencia de llegar a la final y ganar el título luego de fallidos intentos, pese a tener una de las mejores nóminas del FPC. Más adelante lo espera la segunda fase de la Libertadores, que plantea primero luchar para entrar a grupos. A Nacional le apremia volver a ser ese equipo implacable que cabalgaba sin afugias en los torneos locales.
3. Elevar el nivel de los talentosos
Con retoques o sin retoques, el Verde no tiene nada que envidiarle a las otras plantillas. Tiene jugadores bien dotados técnicamente y con momentos muy importantes en otros clubes, pero que no han conseguido marcar diferencia y están en deuda. Así que ese debe ser otro reto para el nuevo cuerpo técnico. Repotenciar a esas fichas puede ser determinante para consolidar el equipo competitivo que quiere y dar un salto de calidad.
Entre esos jugadores que esta temporada deben ser completamente influyentes y contribuir en los logros deportivos trazados está Jarlan Barrera, quien tiene el talento para triunfar en Nacional, pero ha sido intermitente y luce fuera de forma. También son llamados a elevar su nivel Vladimir Hernández, Déinner Quiñones, Yerson Candelo y Brayan Rovira, entre otros.
4. Protagonismo internacional
Los puntos que sumó en la primera parte del año y los resultados que se conjugaron en las finales, le permitieron a Nacional regresar a la Libertadores para subir el perfil de los desafíos en 2021 y ponerle más presión a Guimarães, que tendrá que guiar los destinos de un bicampeón del certamen después de su flojo paso en 2019 en la era de Paulo Autuori, el último recuerdo en esa competencia, de la que salió en la Fase 3 al caer por penales con Libertad. Además, este año también quedó eliminado de la Copa Sudamericana por el River Plate de Uruguay, en medio de la intempestiva salida de Osorio.
Nacional comenzará en la Fase 2 del torneo, que está programado para iniciarse a mediados de febrero. No será fácil ser protagonista en medio de la construcción de un proyecto y de los antecedentes, pero puede aferrarse a jugadores como Duque, 'Rifle' Andrade, Banguero y Perlaza para competir con altura e ir escalando.
5. Estabilizarse económicamente
Los fracasos deportivos después de grandes inversiones, los malos manejos del pasado y la pandemia pusieron en aprietos las finanzas de la institución verdolaga, pese a contar con el respaldo de la Organización Ardila Lülle. No contar con público en los estadios representó pérdidas importantes para un equipo, así que estabilizar su parte económica es todo un reto en medio de la emergencia sanitaria que persiste por el coronavirus.
La Libertadores aparece como un salvavidas. Hay urgencia por llegar a la fase de grupos para recibir tres millones de dólares que traería alivio a sus arcas, mientras que exploran otras alternativas para evitar un déficit mayor. "El presupuesto está altamente condicionado por el tema de taquillas. Recibíamos un promedio de 33.000 espectadores, y no tener la posibilidad de tener en el primer semestre venta de abonos o de boletería obviamente que impacta. Tendremos que ser muy creativos con todos los hinchas para lanzar productos y compensar", expresó el presidente Juan David Pérez.