Hubo algo de amor propio, pero el fútbol no alcanzó y los vacíos asomaron. El sueño terminó. Atlético Nacional no pudo darle la vuelta a su estado crítico y con un empate 1-1 se despidió de la Copa Libertadores en el Atanasio Girardot, donde Olimpia supo imponer su jerarquía y apagar a su rival cuando se sacudió después de haber dejado pasar todo un tiempo.
En 32 segundos Andrés Andrade del complemento mostró a sus compañeros cómo debía jugarse el partido del semestre. Ingresó en una movida arriesgada del Arriero Herrera, luego de que su equipo enviara las señales equivocadas en la primera parte. Apenas creó en 45 minutos una situación clara con un disparo de media distancia de Sebastián Gómez, que atajó el uruguayo Gastón Olveira.
Esa primera etapa no resiste mucho análisis. El cuadro verde estuvo muy por debajo de las expectativas. Fue estático. Apático. Y a los espectadores se les agotó la paciencia entre las malas entregas de Danovis Banguero, la tibieza de Jarlan Barrera y la poca participación de Jéfferson Duque.
Andrés contagió, pero Mier falló
Pero cuando entró el Rifle, cuando apenas corría el minuto 46, fue como un 'shot' de energía que activó instantáneamente a Jarlan para armar un gran jugada y conseguir el gol con la buena definición del '10'.
A partir de ahí Nacional fue otro. Eso de tener el agua al cuello para ver "de qué estamos verdaderamente hechos", como lo dijo Felipe Aguilar, cobró sentido porque los verdolagas mostraron rebeldía e hicieron méritos de sobra para emparejar la serie con una chance de Duque y otra clarísima con Andrade, pero el horizontal evitó su doblete cuando habían doblegado a conjunto franjeado, que apenas había intentado en las contras.
Pero los dirigidos por Julio César Cáceres también saben sufrir. Lo hicieron en Asunción, cuando Nacional les tiró el cuerpo encima en la primera parte. Así que aguantaron y esperaron su oportunidad, que no podía llegar de otra forma que en una pelota quieta. Kevin Mier se equivocó y soltó la pelota. Hayen Palacios no alcanzó a corregir el defecto y Saúl Salcedo volvió a poner la historia cuesta arriba con el 1-1 al 56'.
Aunque la escuadra paisa no se desanimó y siguió yendo al frente, no lo hizo con la misma intensidad. Sintió la anotación del Decano, que aprovechó los espacios y con Derlis González tuvo para liquidar la serie, pero Mier salvó en medio de la tensión.
El tiempo empezó a jugar en contra del local, pese a su deseo. Perdió profundidad y claridad para elaborar, y de paso la cabeza al caer en la trampa que plantearon los paraguayos con refriegas que terminaron en la expulsión de Felipe Aguilar y Guillermo Paiva al 70'. En esa, el sacrificado fue Daniel Mantilla,
Una nueva decepción
Con Yeison Guzmán y Ruyery Blanco, intentó estimular al equipo para meterlo de nuevo en el partido, pero el rival supo jugar con la ansiedad y llevándolo por un camino equivocado porque exageró en los pelotazos y facilitó el trabajo a la defensa paraguaya.
Las condiciones del partido, sumado a la ansiedad por resolver pronto, le quitaron peso a Andrade, pese a que fue el mejor del campo. Dorlan intentó empujar con más ganas que fútbol. Tiró un par de centros, pero Olveira siempre estaba bien ubicado y resolvió cuando le llegó la pelota. Hubo otro acercamiento con Cristian Castro, que entró a reparar la defensa, pero no logró definir… y en realidad poco podían hacer para evitar el desenlace después del mal paso en Asunción, la salida de Alejandro Restrepo y los bajos niveles que ahora debe gestionar el Arriero Herrera como interino.
A Olimpia lo espera Fluminense, que dejó en el camino a Millonarios, mientras que Nacional tendrá que recuperarse rápidamente de la eliminación para asumir el clásico ante Independiente Medellín.